En la reanudación de la quinta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-5.2), los delegados han trabajado en grupos de contacto e informales hasta altas horas de la noche, revisando el texto del futuro tratado.
Las discusiones han comprendido desde el diseño de productos plásticos y su producción sostenible hasta la gestión de desechos heredados, la transición justa para trabajadores y la cooperación internacional en transferencia tecnológica.
Sin embargo, la distancia entre posturas sigue siendo considerable en artículos clave. El debate sobre el alcance del tratado y el controvertido Artículo 6, relativo a la producción sostenible, permanece en una fase conceptual, lo que genera dudas sobre la viabilidad de alcanzar consensos antes del cierre de las conversaciones, mañana jueves 14 de agosto. Mientras algunos países piden más rondas informales para acercar posiciones, otros cuestionan si vale la pena continuar discutiendo ciertos temas sin avances sustanciales.
En paralelo, los ministros participan en un diálogo informal sobre inversiones para una economía circular, organizado por el gobierno del país anfitrión, en un intento por reforzar el vínculo entre las expectativas ambientales y las oportunidades económicas.
Expectativas, incertidumbre y reloj en contra
Con el objetivo de concluir el trabajo, la presión crece. Muchos delegados reconocen que el texto se ha triplicado y que aún no existe consenso sobre los elementos centrales que debe contener el tratado. La falta de definiciones claras sobre producción, financiamiento y mecanismos de cooperación amenaza con dejar el proceso inconcluso.
Algunos sugieren que la única salida viable es un “paquete” que aborde simultáneamente los aspectos fundamentales, aunque otros se muestran escépticos ante esa opción. El presidente del INC, Luis Vayas, y la secretaria ejecutiva, Jyoti Mathur-Filipp, mantienen el optimismo y aseguran que es posible contar con un texto efectivo para el jueves.
Mientras tanto, se espera que un texto de compromiso elaborado por la Presidencia se presente para su consideración. Este documento podría marcar el punto de inflexión de las negociaciones, o confirmar que al camino hacia un tratado global contra la contaminación por plásticos aún le quedan varias etapas por recorrer.