Etiquetado frontal nutricional: ¿Estados Unidos seguirá el camino de América Latina?
A través de la FDA, EE. UU. evalúa implementar el etiquetado frontal nutricional. La medida alertaría sobre ingredientes críticos en alimentos ultraprocesados y obligaría a la industria a ajustar los empaques y reformular productos.
El etiquetado frontal de alimentos propuesto por la FDA, denominado "cuadro de información nutricional", ofrecería información sobre el contenido de grasas saturadas, sodio y azúcares especificando si el alimento tiene niveles bajos, medios o altos.
FDA
Mientras en América Latina el etiquetado frontal nutricional ya es una norma en la mayoría de los países, Estados Unidos comienza a considerar su implementación. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha propuesto un sistema de etiquetado que busca alertar a los consumidores sobre el contenido de azúcares añadidos, sodio y grasas saturadas en los empaques de alimentos procesados.
Aunque hay incertidumbre sobre si esta iniciativa se mantendrá como prioridad regulatoria o si será descartada en la nueva administración del gobierno estadounidense, este posible cambio regulatorio impactará en los consumidores, en la industria alimenticia y en la de bienes de consumo envasados. Si bien esta propuesta está en fase de discusión, la evidencia internacional sugiere que su implementación es cuestión de tiempo. Es más que probable que la creciente presión de la comunidad científica y de los consumidores por una mayor transparencia en el etiquetado de alimentos haga que EE. UU. siga los pasos de otras regiones que, como América Latina, han adoptado medidas similares.
En este punto, la cuestión podría no ser si Estados Unidos adopta el etiquetado frontal nutricional, sino cuándo, cómo lo implementará y qué tan preparados estarán los distintos actores para adaptarse a este cambio.
FDA y etiquetado frontal: desafío y oportunidad para fabricantes en América Latina
La propuesta de la FDA para simplificar la información nutricional en los envases representa tanto un reto como una oportunidad para los fabricantes latinoamericanos que exportan a Estados Unidos, ya acostumbrados a regulaciones de etiquetado en sus países.
Con su propuesta, la FDA busca simplificar la información nutricional al colocarla de manera prominente en la parte frontal del envase. En lugar de los tradicionales y extensos cuadros de información en la parte posterior, los consumidores norteamericanos encontrarían un sistema visualmente atractivo que destaca los puntos clave sobre el contenido calórico, los azúcares agregados, las grasas saturadas, entre otros.
Si se implementa, los fabricantes de envases deberán adaptarse a cambios en formatos, tamaños, gráficos y colores, equilibrando la claridad informativa exigida por la FDA con la necesidad de preservar su identidad de marca. El reto radicaría en cumplir con las regulaciones sin perder la conexión visual con los consumidores.
¿Cómo se beneficiaría la industria latinoamericana con la propuesta de etiquetado frontal de la FDA?
Empresas latinoamericanas que ya cumplen con regulaciones de etiquetado frontal nutricional podrían adaptarse más fácilmente al cambio en EE. UU., abriendo nuevas oportunidades de innovación y competitividad.ljubaphoto / Getty ImagesLas empresas que ya cumplen con regulaciones de etiquetado en países de América Latina podrían tener una transición más sencilla en comparación con los productores que nunca han operado bajo estos estándares. Aunque el cambio implica ajustes en diseño y producción, también abre la puerta a nuevas oportunidades para quienes ya han navegado regulaciones similares en nuestra región.
A continuación, exploramos cinco posibles ventajas que esta normativa podría representar para fabricantes en Latinoamérica:
Innovación tecnológica: En América Latina, la implementación del etiquetado frontal nutricional impulsó el desarrollo de tecnologías de impresión más versátiles y el uso de materiales que permiten integrar advertencias sin afectar la estética del producto. Esto posiciona a los proveedores latinoamericanos como aliados estratégicos para las CPG en Estados Unidos, ya que han atravesado procesos de adaptación similares, y les da una ventaja competitiva.
Expansión y competitividad en mercados internacionales: para las CPG con presencia en mercados internacionales, esta transición podría tener implicaciones más amplias. Aunque la propuesta de la FDA afecta principalmente a los productos comercializados en EE. UU., muchos fabricantes latinoamericanos ya enfrentan la presión de alinearse con regulaciones globales. Adoptar estos nuevos estándares podría mejorar su competitividad, especialmente en cadenas de suministro que conectan aún más a América Latina con EE. UU.
Costos y beneficios a largo plazo: si bien la implementación de estos cambios podría implicar actualizaciones costosas en los procesos de producción, también podría facilitar la entrada a mercados donde se valoran productos con etiquetas nutricionales claras y verificables.
Innovación en empaques: la adopción del etiquetado frontal representa una oportunidad para que la industria explore soluciones innovadoras. Tecnologías emergentes, como los empaques inteligentes, podrían integrarse para proporcionar información adicional sobre la frescura del producto o su impacto ambiental, aspectos cada vez más valorados por los consumidores.
Materiales sostenibles y percepción de marca: las empresas de empaque podrían aprovechar este cambio para incorporar materiales sostenibles, equilibrando los requisitos de etiquetado con la creciente demanda de soluciones ecológicas, algo que además de cumplir con las posibles regulaciones, también apoyaría a las marcas para reforzar su percepción entre consumidores con conciencia ambiental.
Leyes de etiquetado nutricional frontal en América Latina
Mientras que gran parte de América Latina ya ha adoptado regulaciones estrictas en materia de etiquetado frontal, Estados Unidos apenas empieza a recorrer el camino hacia un sistema similar. Chile marcó el precedente en 2016 con su modelo de sellos negros, seguido por México, Colombia, Argentina, Uruguay, Perú y Brasil, que han establecido normativas obligatorias con variaciones en diseño, criterios nutricionales y enfoque regulatorio.
La experiencia de América Latina ofrece un antecedente valioso para comprender los efectos de estas regulaciones, tanto en la reformulación de productos como en el comportamiento del consumidor. Casos como el de Chile han servido de referencia para otros países de la región, mientras que en mercados como México y Colombia se han registrado ajustes significativos en la industria alimentaria y de empaques tras la entrada en vigor de sus normativas. A medida que EE. UU. avanza en el debate sobre su propio etiquetado frontal, el análisis de estos modelos permitirá evaluar su impacto real y anticipar los desafíos regulatorios y comerciales que podrían surgir.
Encuentre a continuación algunos artículos que detallan la implementación, retos regulatorios e impacto en la industria del etiquetado frontal nutricional en distintos países de América Latina: