Cocorolló, con empaques de vanguardia enfrenta desafíos de la cuarentena

Conozca proceso y alcance del desarrollo de una nueva solución de empaque que permite a una marca tradicional de comidas sortear las dificultades de la cuarentena y brindar una experiencia de consumo similar a la de sus puntos de ventas tradicionales.

Cocorolló, con empaques de vanguardia enfrenta desafíos de la cuarentena
imasD rediseñó de forma estratégica los empaques de Cocorolló, tanto gráfica como estructuralmente, para generar un menor impacto ambiental y recrear la esencia de una marca que lleva comida tradicional de Antioquia, Colombia, a los hogares.

Los atractivos y espaciosos locales en los que Cocorolló prepara y vende hoy sus productos típicos de la gastronomía antioqueña, no son ni el recuerdo de lo que existía hace 13 años en la carretera que desde Medellín conduce a la costa Atlántica cuando la compañía nació. Allí surgió esta acreditada marca, en un pequeño local que con el tiempo se ha transformado en un lugar obligado de visita cuando se transita por la variante que conduce a Caldas o por la que lleva a Barbosa, lugares de paso para las fincas de recreo de un gran número de habitantes de la ciudad de Medellín, en el noroccidente de Colombia.

Cocorolló ofrece, además de sus ya famosos pasteles de pollo, una gran variedad de productos que, por su calidad, porciones generosas y precios adecuados son apreciados por clientes y críticos gastronómicos, y muy bien calificados en plataformas de viajes y alimentos. La empresa ha diversificado su oferta, sumando a las tradicionales comidas, productos de panadería y repostería, integrando además a la marca minimercados en los que es posible encontrar también productos básicos e insumos agrícolas.

Identificando las necesidades

En su proceso de crecimiento, Cocorolló ha ampliado la presencia a distintas zonas del área metropolitana de Medellín y sus alrededores, lo que a su vez ha creado la necesidad de adaptar las tareas de producción, empaque y despacho de sus productos. La estrategia para atender estas nuevas condiciones fue diseñar, a partir de un análisis del estado de la marca y sus procesos, una estrategia para armonizar y agilizar de las operaciones.

Cocorolló, con empaques de vanguardia enfrenta desafíos de la cuarentenaLos empaques son producidos con Natural Kraft de CMPC, un material reciclable, biodegradable y compostable, con propiedades de barrera a la grasa y certificado para contacto directo con los alimentos.Del desarrollo de esta estrategia fue un actor fundamental ImasD, una prestigiosa y galardonada agencia colombiana diseño, que abordó la tarea con creatividad y decisión, realizando un análisis exhaustivo de la marca a través de inmersiones a los puntos de venta. “Con estas inmersiones evidenciamos que la marca cumple muy bien con su promesa de “como hecho en casa”: cada plato y cada producto es procesado por manos cuidadosas que materializan un sabor único. Pero nos dimos cuenta de que, aunque había mucha eficiencia en las tareas de producción y se contaba con un nivel muy alto de estandarización, algunos puntos importantes debían resolverse a la hora de empacar y despachar servicios de entrega a domicilio”, recuerda David Freyre, director de ImasD.

La empresa trabajaba en el momento del estudio con un proceso estandarizado, en el que los tiempos de empaque eran muy prolongados debido a una amplia variedad de materiales y referencias utilizadas: bandejas plásticas y de icopor, papel aluminio, cintas y plástico flexible, bolsas de papel y cajas plegadizas, entre otros elementos que demandaban mucho tiempo en su manejo y generaban para los consumidores una cantidad excesiva de desperdicio. Pero más grave aún, la frescura y la presentación general de los productos se veían comprometidas con los empaques en los que se estaban entregando.