José Manuel Moller es un hombre con una visión emprendedora y un profundo compromiso social. Su historia comenzó en las afueras de Santiago de Chile, en un barrio de bajos ingresos, donde experimentó de primera mano lo que se conoce como "impuesto de la pobreza".
Esta carga adicional de gastos que afecta a las personas con menos recursos le hizo darse cuenta de que algo no funcionaba bien en el sistema y que había allí oportunidades de mejoramiento. Como estudiante universitario, se encargaba de comprar alimentos para la casa que compartía con amigos, y se enfrentaba a precios elevados en tiendas locales que vendían productos básicos como aceite de cocina, legumbres y detergente, pero con un sobreprecio significativo.
José Manuel Moller recuerda que pagaba hasta un 60% más de lo que hubiera pagado si los mismos productos se compraran a granel. Además, los envases de plástico se estaban convirtiendo en un problema ambiental en su comunidad. Este fue el punto de partida de su visión emprendedora, donde no solo buscaba vender productos, sino también cambiar la industria y abordar el gravamen al consumo de productos empacados.
En 2012, José Moller fundó Algramo, una empresa de carácter social que trabaja en colaboración con distribuidores minoristas, desde comerciantes locales hasta marcas multinacionales, para fomentar el uso de envases de plástico rellenables y reutilizables y para productos básicos como jabón para vajilla y detergente líquido. Estos productos esenciales se venden por gramos, y los consumidores pagan el mismo precio por unidad, independientemente de la cantidad que compren. Desde 2020, Algramo ha logrado que los clientes reutilicen más de 900.000 envases, evitando que más de 100 toneladas de plástico se conviertan en desechos. José Moller y Algramo están marcando la diferencia en la lucha contra la contaminación por plásticos.
El impacto de esta visión emprendedora y social de José Moller no ha pasado desapercibido y lo ha hecho acreedor este año al premio "Campeón de la Tierra 2023" en la categoría de "Visión Emprendedora", uno de los máximos reconocimientos ambientales de las Naciones Unidas. Su trabajo no se limita solo a Algramo; también desempeña un papel importante en el impulso del movimiento de cero desechos como vicepresidente de la Junta Consultiva de Personas Eminentes en materia de Cero Desechos de las Naciones Unidas, una iniciativa que busca concienciar sobre la necesidad de prevenir, reducir y gestionar los desechos de manera sustentable.
Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), destacó la importancia de la labor de José Manuel Moller. "La forma en que la humanidad produce, consume y desecha el plástico ha propiciado un desastre", declaró Inger Andersen, en el anuncio de la distinción otorgada "La labor de José Manuel Moller nos muestra que la reutilización del plástico puede generar un gran número de beneficios económicos, sociales y ambientales, lo que es crucial para transformar nuestra relación con este material".
Una visión integral
La concepción de José Moller sobre su trabajo se basa en la premisa de que menos del 10% del plástico producido se recicla, y el resto se convierte en un problema ambiental, contaminando la tierra y el mar. Este plástico, en última instancia, llega a la cadena alimentaria humana. Para abordar la crisis de la contaminación por plásticos, es esencial encontrar soluciones en todas las etapas del ciclo de vida de los productos plásticos. En opinión de Moller, fomentar decisiones más sustentables por parte de los consumidores es un elemento clave en este proceso.
En un momento de los inicios de su iniciativa, Moller se planteó la manera para hacer que la gente se enamorara de una botella vacía, y la respuesta se convirtió en Algramo. En Chile, la empresa se ha asociado con cadenas y tiendas para permitir que los consumidores compren productos en botellas reutilizables y devuelvan sus envases antiguos al finalizar la compra. En las grandes superficies, Algramo ha instalado estaciones dispensadoras donde los clientes pueden llenar sus propios recipientes. Además, los clientes pueden realizar pedidos a través de Apps en sus móviles, y cada recipiente tiene una etiqueta de radiofrecuencia que registra las compras y recompensa a los clientes cada vez que reutilizan el envase con incentivos en efectivo.
La disponibilidad amplia siempre ha sido un enfoque central de Algramo, ya que Moller cree que la solución a la contaminación por plásticos no debe ser exclusiva para un grupo específico de la población, sino, por lo contrario, ser accesible para todos, independientemente de sus ingresos.
José Moller ha expandido su visión y sus esfuerzos a nivel internacional. Algramo ha colaborado con productores líderes de bienes de consumo como Nestlé y ha establecido alianzas con minoristas de renombre como Walmart y Target en los Estados Unidos. A pesar de sus esfuerzos, José Moller reconoce que el cambio real requerirá regulaciones gubernamentales más sólidas para abordar de manera efectiva la creciente contaminación por plásticos.
Más que venta de productos
José Moller ha dejado claro que su ambición no se limita a vender productos. Su objetivo principal es transformar la industria y abordar el impuesto sobre la pobreza. Cree que es necesario cambiar los hábitos de consumo para que la reutilización de plásticos se convierta en parte de la vida cotidiana de todas las personas. Su determinación surge del temor de que el tiempo se agota para evitar los peores efectos de la crisis climática, una preocupación respaldada por el reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que advierte que, si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan creciendo al ritmo actual, se incumplirán los objetivos del Acuerdo de París.
El premio recibido por José Moller respalda su intención de llevar a cabo una transformación profunda, y su trabajo es un recordatorio para todos de la importancia de marcar diferencias con nuestras decisiones. "Algramo tiene la ambición de transformar el mundo, no de ofrecer detergentes", manifestó Moller al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). "No me apasiona vender detergente en polvo o detergente para la ropa, lo que me apasiona es cambiar la industria para hacer evolucionar los envases y resolver el impuesto sobre la pobreza", le dijo a PNUMA.