Europa exigirá pasaporte digital a exportaciones de las CPG latinoamericanas
Descubra cómo las CPG de América Latina pueden empezar a integrar el Pasaporte Digital del Producto (DPP) y mantener su acceso al exigente mercado europeo. Los exportadores de la región tienen solo 2 años para adaptarse.
Uno de los errores más comunes es pensar que el DPP será simplemente “un QR en la etiqueta”. En realidad, es un contenedor estructurado de datos con múltiples capas de información.
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El Pasaporte Digital del Producto (DPP), exigido por el reglamento europeo de Ecodiseño para Productos Sostenibles (ESPR), representa un antes y un después para las cadenas de valor globales. Cada producto que ingrese al mercado de la Unión Europea deberá estar acompañado por un identificador digital —un código único, generalmente accesible mediante QR— que concentrará información detallada sobre los materiales, el porcentaje de contenido reciclado, la huella de carbono, las posibilidades de reutilización y reciclaje, así como la trazabilidad completa de la cadena de suministro.
En otras palabras, el DPP convierte al empaque en mucho más que un contenedor: lo transforma en un vehículo de transparencia. Y esa exigencia obliga a los productores latinoamericanos de bienes de consumo empacado —particularmente alimentos, bebidas, cosméticos y productos de cuidado personal— a replantear sus procesos de diseño, sus sistemas de información y hasta la manera en la que comunican con el consumidor europeo. El dilema ya no es si adaptarse o no, sino cuándo y cómo hacerlo sin incurrir en costos excesivos ni tener que rediseñar todo el arte final de los empaques.
¿Por qué ahora? El calendario europeo apremia
La hoja de ruta de Bruselas es clara, pues el cronograma de implementación del Pasaporte Digital del Producto (DPP) establece que en 2026 será obligatorio en sectores piloto como textiles, baterías y electrónicos. Más adelante, entre 2027 y 2028, la exigencia se ampliará a envases plásticos, empaques para alimentos y bienes de consumo masivo; y para 2030, prácticamente todos los productos que circulen en la Unión Europea deberán contar con un DPP.
Este cronograma deja a las empresas de América Latina con una ventana crítica de apenas 24 meses para preparar sus cadenas de información y rediseñar la integración de datos en los empaques de exportación.
Avances reales en América Latina
Aunque parezca un desafío lejano, la región ya está moviéndose. En 2024, la iniciativa Universo MOLA presentó los resultados de un piloto de DPP para productos textiles en Argentina, Chile y Colombia. El ejercicio permitió identificar brechas estructurales: desde la falta de estándares comunes en la descripción de materiales, hasta la necesidad de mayor colaboración entre instituciones públicas y privadas. Como resultado, se lanzó la Guía del Pasaporte Digital de Producto para el sector moda, que busca servir de base a marcas latinoamericanas que quieran entrar en la ola de la trazabilidad y la circularidad.
Este piloto es solo la punta del iceberg. Según datos de Grand View Research (*), el mercado latinoamericano de soluciones relacionadas con DPP registró utilidades por más de 1.160 millones de dólares en 2024, y se espera que esta dinámica crezca a un ritmo anual del 28 % hasta 2030, alcanzando los 5.000 millones de dólares.
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Estas cifras revelan que, lejos de ser una obligación lejana, el DPP es ya una oportunidad de negocio en expansión para algunos sectores, incluidos los proveedores tecnológicos, las plataformas de trazabilidad, las certificadoras y hasta los emprendimientos de impresión digital.
Qué datos exige un DPP y por qué es más que un simple QR
Uno de los errores más comunes es pensar que el DPP será simplemente “un QR en la etiqueta”. En realidad, es un contenedor estructurado de datos con múltiples capas de información.
Los campos más relevantes incluyen:
Identificación única del producto (marca, SKU, lote, identificador único).
Composición detallada del empaque (papel, plásticos, aluminio, multicapas).
Porcentaje de contenido reciclado.
Instrucciones claras de reciclaje y reutilización adaptadas al mercado destino.
Indicadores ambientales clave, como huella de carbono.
Cadena de custodia: registro de productores, transformadores y distribuidores.
Cada uno de estos elementos debe estar disponible en diferentes niveles, incluidos los consumidores, las autoridades regulatorias y los operadores de reciclaje.
Estrategias para cumplir sin cambios significativos
El gran temor de los equipos de mercadeo y diseño es tener que rehacer todos los empaques, lo que representaría un gasto millonario. Sin embargo, existen soluciones técnicas flexibles que permiten cumplir con el reglamento sin rediseños radicales.
Entre las más aplicadas se encuentran los micro-paneles —pequeñas áreas reservadas en el empaque para el QR—, el uso de etiquetas secundarias en tirajes cortos para exportación, mangas removibles, y los códigos QR dinámicos que redirigen a bases de datos externas y se pueden actualizar sin cambiar la impresión física.
Un caso práctico posible en América Latina
Para tener una imagen concreta de la adopción del DPP, imaginemos una empresa de café en Colombia que exporta a Alemania. Desde su sistema Planificación de Recursos Empresariales (ERP) se extraen los datos de lote, volumen y proveedor, mientras que el programa de Gestión del Ciclo de Vida del Producto (PLM) entrega información clave sobre la composición del empaque, el porcentaje de material reciclado y las fichas técnicas correspondientes. Una capa de software intermedio que conecta aplicaciones y bases de datos (Middleware), integra todos estos datos y los convierte en un formato estructurado que alimenta el Pasaporte Digital del Producto. Finalmente, en la línea de exportación se asigna e imprime un código QR dinámico en cada unidad de empaque.
Cuando el consumidor en Berlín escanea ese código, accede a instrucciones de reciclaje en alemán, así como a detalles sobre el origen del café y su huella ambiental. Este flujo muestra que la transición hacia el DPP facilita a través de la integración progresiva de datos, garantizando transparencia, trazabilidad y un vínculo directo entre productor y consumidor en mercados internacionales exigentes.
Lista de verificación en la preparación para exportadores latinoamericanos
Antes de diseñar cualquier estrategia, conviene revisar una lista mínima de pasos:
Mapear los datos disponibles en ERP y PLM.
Identificar vacíos de información (por ejemplo, porcentaje de material reciclado o huella de carbono).
Designar responsables internos en áreas de la cadena de suministro, IT, mercadeo y sostenibilidad.
Seleccionar un proveedor de plataforma DPP (GS1, blockchain privada o software propio).
Definir la estrategia de impresión (QR en el arte final, etiqueta secundaria, manga).
Ejecutar un piloto en una línea de exportación reducida antes de escalar.
Lo que significa el DPP para las CPG en América Latina
Para las empresas de productos de consumo empacados, el DPP no es un requisito opcional ni un capricho europeo. Es la llave de acceso a un mercado de más de 450 millones de consumidores con alto poder adquisitivo y creciente sensibilidad ambiental.
Los compradores europeos ya buscan información sobre sostenibilidad y trazabilidad. Quien no pueda proveerla perderá competitividad frente a marcas que sí ofrezcan transparencia. En cambio, aquellas empresas que adopten pronto el DPP podrán aprovecharlo como herramienta de información sobre el producto y la empresa, garantizando diferenciación de marca y fidelización de clientes.
El Pasaporte Digital del Producto está dejando de ser un requisito futuro para convertirse en un estándar global en construcción. América Latina ya tiene experiencias piloto, proveedores tecnológicos emergentes y un mercado en expansión. Pero la cuenta regresiva es clara: en dos años, los primeros sectores deberán estar listos para cumplir con Europa.
Actuar ahora no solo garantiza acceso al mercado europeo: también posiciona a las marcas de la región como líderes en innovación sostenible. Al igual que ocurrió con el código de barras en el siglo pasado, el DPP será en pocos años una condición indispensable para competir. Y los pioneros tendrán una ventaja difícil de igualar en términos de competitividad, reputación y acceso a nuevos mercados.
*Fuente: Latin America Digital Product Passport Market Size & Outlook, 2030
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