En el mundo, el plástico rígido domina el envasado de bebidas y la cantidad de este material que se recicla no alcanza a mitigar los considerables impactos que su inadecuada disposición genera sobre el medioambiente (ver Gráfica 1). Esta dinámica se refleja en la presión que tienen los productores de bebidas para que adopten medidas que conduzcan a una disminución sustancial en el uso de plástico. En el informe reciente de PMMI, 2021 Beverage Trends Driving Change (Tendencias que impulsan el cambio en la industria de bebidas 2021) publicado en junio de este año, se muestra cómo un menor uso de material en los envases, la exploración de fuentes renovables y reciclables, y la búsqueda de materiales alternativos son algunas de las principales medidas consideradas e implementadas hoy en el mundo entero.
Además de las regulaciones sobre el uso responsable del plástico, la presión para la industria se desprende también de las exigencias de los consumidores por envases más sustentables. En Estados Unidos, de acuerdo con el Informe de PMMI, 53% de los consumidores afirman que preferirían productos que fuesen amigables con el medioambiente; en el Reino Unido, esta cifra alcanza el 65%. Esta tendencia se encuentra especialmente arraigada entre los millennials, un grupo etario del que se espera que alcance en 2026 el 46% de participación en el mercado de bebidas. La buena noticia es que 61% de los miembros de este grupo afirman que se encuentran dispuestos a pagar más por productos que respondan mejor a su interés por la protección medioambiental.
Medidas de impacto para un problema impostergable
Utilizar una cantidad menor de plástico en los envases es una de las estrategias que los fabricantes de bebidas están emprendiendo cada vez más para mitigar el impacto ambiental y hacer sus productos más amigables con el medioambiente. Esta decisión, representada por botellas con paredes más delgadas y con tapas, cuellos y formadas con menos material, impone, sin embargo, algunos desafíos en los procesos de envasado a altas velocidades, que los productores resuelven con ajustes en sus líneas. Los fabricantes de maquinaria, por su parte, trabajan en el diseño y la producción de soluciones que permitan adelantar los procesos con las altas velocidades propias de las operaciones de envasado y trabajar con botellas y contenedores fabricados con materiales reciclados.
Otra solución altamente efectiva adoptada por los productores de bebidas es el uso creciente de polietileno reciclado en la fabricación de sus envases. En el informe de PMMI se destaca cómo esta tendencia gana cada día mayor aceptación; este hecho se sustenta con un dato categórico: 89 % de los fabricantes de bebidas que fueron consultados para el estudio dicen que están buscando activamente la manera de incorporar más material reciclado en sus envases, y 67 % de ellos se encuentran ya en tránsito de las botellas de PET a rPET. Más contundente aún es la mención durante la investigación para este informe de que una compañía líder en el sector de bebidas proyecta suprimir anualmente el uso de 46,3 millones de PET virgen al optar por el rPET.
Sin embargo, el impacto de estas decisiones encuentra un fuerte obstáculo en las dificultades que tienen los productores de bebidas para hallar una fuente de suministro de rPET que cumpla con las necesidades de las empresas. Las bajas tasas de reciclaje para el PET —incluso en mercados con consumidores más conscientes como el de Estados Unidos— crean situaciones de escasez que dificultan el tránsito al uso de rPET. Adicionalmente, como se explica en el informe de PMMI, el rPET crea un nuevo conjunto de consideraciones para la producción por efectos de las diferencias de consistencia y de su comportamiento frente al material virgen.
Aquí, de nuevo, la industria fabricante de maquinaria hace un aporte crucial con el desarrollo de soluciones que permitan responder a las fluctuaciones de calidad del rPET. “Es particularmente importante que los fabricantes de maquinaria se enfoquen en equipos que puedan ser recalibrados con facilidad para manejar una variedad de tolerancias de resistencia y velocidad, y que puedan dejarse rápidamente libres y reconfigurarse en el caso de paradas inesperadas ocasionadas por las variaciones del material de rPET”, se lee en el informe 2021 Beverage Trends Driving Change.
Aunque más difundido en mercados como los de cosméticos y de productos para el hogar, la reutilización de los envases es un modelo que la industria de bebidas utilizó intensivamente en el pasado, en particular con los envases de vidrio, y que algunas empresas aplican hoy con programas de retornabilidad de envases plásticos. En el caso del mercado analizado por PMMI en su estudio, 33 % de los productores de bebidas consultados afirmaron que están explorando e incluso que se encuentran experimentando con envases retornables, aunque ninguno de ellos a gran escala. Una empresa líder citada en el informe afirma haber comercializado envases de rPET retornables y recargables, en un programa similar a algunos que se han adelantado en México, Brasil y Alemania. No obstante, en este campo queda aún mucho camino por recorrer para alcanzar resultados significativos como los que empiezan a verse con otros productos de consumo masivo.
Utilizar vidrio, papel, cartón o metal como materia prima para la fabricación de los envases es sin duda alguna la manera más directa de reducir el impacto medioambiental del plástico. Pero el lugar protagónico que el PET tiene en la industria de bebidas es difícil de remplazar. Esta dificultad no desalienta, sin embargo, a los productores de bebidas, que buscan constantemente alternativas de nuevos materiales para fabricar sus envases a fin de atender la preferencia de los consumidores por alternativas más sustentables. Por ejemplo, 51% de los consumidores consultados para el estudio de PMMI consideran que el vidrio es “extremadamente eco-amigable”, una percepción que despierta la atención de los productores de bebidas por el uso de esta y otras opciones de material.
Y una de las opciones que atrae el interés de los productores de bebidas es incrementar el uso de latas de aluminio, un material que por su alta reciclabilidad y reutilización indefinida contribuye decididamente a la sustentabilidad de los envases. Las dificultades en este caso se relacionan con dos aspectos: en primer lugar, el cambio de formato, de botellas de PET a las latas de aluminio, por ejemplo, crea la necesidad de contar con equipos adicionales para las operaciones de llenado; en segundo lugar, los fabricantes de los envases de lata enfrentan también una escasez de aluminio, una situación que ha empeorado drásticamente la pandemia del COVID-19.
El primero de estos problemas encuentra una salida en la intención de los fabricantes de maquinaria de envasado de lograr el manejo de una variedad de formatos, como sería el caso de líneas de llenado que trabajen con botellas de plástico y de vidrio o con envases de distintas formas y tamaños. “Aunque ninguna máquina puede, de manera realista, acomodar todos los formatos de envases y taparlos con eficiencia, los fabricantes de equipos pueden, sin embargo, buscar que sus máquinas sean tan versátiles y adaptadas a la Industria 4.0 como les sea posible”, se señala en el informe de PMMI.
Flexibilidad es la consigna
Cualquiera que sea la medida que adopten los productores de bebidas para avanzar en sus compromisos de sustentabilidad, para tener éxito esta requerirá máquinas que sean flexibles y dinámicas, capaces de brindar la posibilidad de trabajar con distintas velocidades, resistencias, tamaños y formas de envases. “Al diseñar máquinas que respondan a esas necesidades, los fabricantes de equipos pueden ayudar a los productores de bebidas a posicionarse y adoptar ágilmente estrategias futuras de sustentabilidad y crecimiento”, concluye el informe de inteligencia de mercados 2021 Beverage Trends Driving Change en su visión de la industria de bebidas para este año.
Para descargar gratuitamente este nuevo informe de PMMI en inglés “2021 Beverage Trends Driving Change”, y conocer sus hallazgos, de clic aquí.
