Trasladar operaciones comerciales y de producción a ubicaciones geográficamente cercanas representa un impulso trascendental para las economías de América Latina y el Caribe. En América Latina, México y Brasil son los principales beneficiarios de este modelo industrial; no obstante, su aplicación promete ventajas para todos los países de la región. Información del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estima en 78.000 millones de dólares el valor de las exportaciones que agregaría el nearshoring en América Latina en el corto y mediano plazo, representadas en 64.000 millones para el comercio de bienes y 14.000 millones para el de servicios.
¿Qué es el Nearshoring?
Para mantenerse competitivas en una economía global cada vez más compleja e interconectada, muchas empresas recurren al nearshoring, una tendencia emergente en las cadenas de suministro globales que ofrece un mayor control sobre los plazos de producción, la garantía de calidad y el servicio al cliente.
Las empresas optan por este modelo para beneficiarse de la proximidad geográfica, zonas horarias similares y afinidades culturales. Estas ventajas permiten ahorros en comparación con la internalización, al tiempo que mantienen la eficiencia operativa y reducen los riesgos en la cadena de suministro.
Al externalizar ciertos procesos comerciales a países cercanos, las compañías pueden aprovechar los costos laborales más bajos y los gastos de transporte reducidos. Además, el modelo ayuda a las empresas a mantenerse competitivas en el mercado global, al ofrecer tiempos de respuesta más rápidos y una gestión más eficiente de la cadena de suministro. La implementación del nearshoring crea oportunidades significativas en sectores clave como la industria de bebidas y alimentos, empaque, automotriz, textil, farmacéutica y de energías renovables.
Nearshoring: tres recomendaciones del BID para maximizar oportunidades
Para maximizar las oportunidades del nearshoring, el BID sugiere una estrategia de "3íes": Inversión, Infraestructura e Integración. Estos elementos, combinados, pueden impulsar de manera significativa la participación de las empresas en las cadenas globales de valor.
Para capitalizar los beneficios económicos que este modelo puede ofrecer es crucial mejorar el entorno empresarial y fomentar la inversión extranjera. Un comunicado del BID previo a la Cumbre de las Américas, señalaba cómo cada dólar dedicado a la promoción de inversiones tendría el potencial de generar hasta 41,7 dólares adicionales en inversión extranjera.
Asimismo, es necesario mejorar la infraestructura de comercio, transporte y logística, como un paso crucial para asegurar costos competitivos. Una disminución del 10% en los costos de envío internacionales podría incrementar las exportaciones en al menos un 30%.
El BID sugiere también la necesidad de modernizar la integración regional, avanzando en la convergencia de acuerdos comerciales y armonización. Asimismo esta entidad interamericana estima que esto podría resultar en un aumento anual del comercio intrarregional cercano al 12%.
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Sustentabilidad, clave en el Nearshoring
La sustentabilidad es parte importante del modelo. Requiere la unión de esfuerzos para proteger el medio ambiente, abordando las emisiones relacionadas con el comercio. Se recomienda la creación de un marco regulatorio que facilite la creación de un mercado digital y atraiga inversiones, permitiendo que más empresas exporten servicios demandados, como la educación a distancia y la telesalud.
Naturalmente la industria del empaque es una de las beneficiarias directas del nearshoring, y en México los efectos positivos son claramente visibles. A finales del año pasado, Smurfit Kappa anunció la inversión de 14 millones de dólares para la ampliación de sus operaciones en Mexicali. Con esta decisión estratégica asciende a 350 millones de dólares el total de recursos destinados a fortalecer la presencia de la empresa en la frontera con Estados Unidos. “Esta inversión nos ha puesto en una posición favorable para captar negocios de los cientos de compañías que están trasladando su producción a México a través del nearshoring”, expresó a los medios Osmara Arellano, gerente general de la planta de Smurift Kappa en Mexicali.
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