México, sin crecimiento, pero con estabilidad y confianza inversionista

En esta conversación franca y reveladora, que reproducimos en una versión editada, Luis Doménech y Sean Riley hablan sobre México, los impactos de las medidas del nuevo gobierno y las perspectivas para la industria de maquinaria de empaque, entre otros.

México, sin crecimiento, pero con estabilidad y confianza inversionista

En uno de los últimos capítulos de unPACKed con PMMI, que pueden escucharse en el podcast de iTunes o en la aplicación Spotify y donde se comparten las últimas perspectivas, investigaciones e innovaciones de la industria de empaque y procesamiento, Sean Riley, director sénior de Medios y Comunicaciones de la Industria para PMMI, habló con Luis Doménech, director de MILA Consulting, sobre el presente y el futuro próximo del mercado mexicano de maquinaria para empaque.

Reconocido por su enfoque franco y directo, Doménech respondió a las preguntas de Riley sobre aspectos económicos, políticos, de comercio y de consumo que impactan las actividades de negocios en México y Estados Unidos.

Sean Riley: Vayamos directo al grano. La demanda de maquinaria de empaque en México ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años. Las importaciones de maquinaria de empaque superaron los 590 millones en 2015 y han crecido a 750 millones en 2019. ¿Podemos esperar que este desempeño continúe en el futuro?

Luis Doménech: Bueno, Sean, como sabes, hubo un cambio de gobierno en México, que asumió sus funciones el 1 de diciembre de 2018. Este nuevo gobierno proviene de un partido político con una visión completamente diferente del modelo económico que se venía aplicando en México. Esto ha traído mucho nerviosismo al mercado y muchas compañías están poniendo en espera las inversiones, para ver cómo funciona el gobierno y cómo impactan estos cambios el mercado de maquinaria de empaque. En 2018 tuvimos seis meses, desde que el presidente fue elegido hasta que asumió el cargo, en los que el mercado de maquinaria de empaque se mantuvo fuerte. Cerramos 2018 con 750 millones de importaciones, 1 millón menos que el año anterior.

No estamos viendo sin embargo ese crecimiento explosivo que el que se registró entre 2015 y 2017. De hecho, la dinámica se desaceleró un poco en 2018, aunque no se advirtió una contracción o una disminución en las importaciones. Como mencioné, hay mucho nerviosismo en el mercado. Estuve revisando las estadísticas de importación para México y, durante los primeros seis meses de 2019, las importaciones de maquinaria de empaque disminuyeron 8% en comparación con los primeros seis meses de 2018. Sin embargo, vemos algunas tendencias interesantes: las importaciones de maquinaria de empaque primario aumentaron 22% y las de maquinaria de empaque secundario tuvieron una disminución significativa, casi 40% en valor durante los primeros seis meses del año. Puedo decir entonces que no podemos esperar que continúe este crecimiento explosivo que tuvimos durante los últimos cinco años. Al menos no en 2019, que es el primer año de gobierno; pero podemos esperar un poco de recuperación en los próximos años.

México, sin crecimiento, pero con estabilidad y confianza inversionistaLuis Doménech, director de MILA Consulting.Sean Riley: Con el escenario político actual y su incidencia en la toma de decisiones de inversión, ¿cuáles son específicamente las preocupaciones del sector empresarial?

Luis Doménech: En México tenemos elecciones cada seis años y hemos visto que cada año electoral las importaciones de maquinaria de empaque se contraen un poco. Esto es algo común. La principal diferencia ahora es que el gobierno está implementando cambios en muchas áreas diferentes de la arena económica y también desde el punto de vista político. Por lo general, cuando entrevisto a las empresas para hacer estudios de investigación de maquinaria de empaque, hablamos de la confianza del consumidor, el crecimiento del PIB, etc… En este momento solo hablamos de política. La nueva administración entró con una disciplina fiscal muy estricta. Están recortando el gasto público en muchas partes y esto ha impactado, por supuesto, el crecimiento del PIB; nuestra economía prácticamente no ha crecido durante 2019.

Tuvimos una contracción de 0.2% en el primer trimestre de 2019, superávit de 0.1% en el segundo trimestre. No vemos crecimiento del PIB y eso es perjudicial para una economía emergente como la de México. Pero también hay signos muy positivos como el hecho de que el gobierno opera en números negros, la inflación está controlada y el tipo de cambio es bastante estable.

A pesar de que no estamos creciendo, se está viendo estabilidad y eso se está traduciendo en una mayor confianza entre los inversionistas. Además, algo muy importante es que la nueva administración llegó con una serie de programas sociales en los que básicamente está dando dinero a los segmentos menos favorecidos de la población. Las personas pobres, las personas mayores, las personas discapacitadas reciben dinero, o al menos exenciones de impuestos del gobierno, y todos esos fondos al final se destinan al consumo. Esto es favorable y creo que, si no hay cambios importantes en los impuestos o en otros aspectos semejantes, veremos que la economía mexicana volverá a registrar un crecimiento moderado en los siguientes años.

México, sin crecimiento, pero con estabilidad y confianza inversionistaSean Riley, director sénior de Medios y Comunicaciones de la Industria para PMMISean Riley: Luego de ver que el gobierno está controlando sus gastos, ¿podríamos decir que esa medida afecta algunos proyectos de infraestructura más grandes, que luego impactarían a las empresas? ¿Se han ralentizado las ejecuciones en términos de carreteras, aeropuertos, transporte, que podrían incidir en el desempeño de las empresas?

Luis Doménech: El gobierno no solo redujo los proyectos de infraestructura, sino también los salarios oficiales del gobierno e hizo recortes significativos en beneficios que los funcionarios del gobierno recibían. Esta medida tiene sentido para varias posiciones gubernamentales, pero en otras fueron excesivas.

El gobierno tiene algunos proyectos prioritarios que incluyen la construcción de una nueva refinería y del llamado Ferrocarril Maya, una vía férrea de 1.000 kilómetros en el sureste de México. De otra parte, se canceló la construcción del aeropuerto de la Ciudad de México, lo cual tiene un impacto significativo en las importaciones no solo en el sector de la construcción, sino en la percepción de seguridad para las inversiones entre la comunidad empresarial. Yo diría que el mayor impacto de la cancelación de ese aeropuerto fue el que tuvo en la comunidad empresarial de México.