Siete etapas para una transición exitosa a materiales flexibles en operaciones de empaque
La transición a materiales flexibles está convirtiéndose para las dueñas de marca en una tendencia relevante para reducir costos, mejorar la sustentabilidad y adaptarse a las necesidades cambiantes de los consumidores
El proceso de hacer una transición hacia materiales flexibles no solo implica la adopción de nuevas materias primas, también requiere una serie de ajustes en los equipos, procesos y en la propia estrategia de empaque. Para facilitar esta transición, el “Grupo de Soluciones para la Transición a Materiales Flexibles”, creado por PMMI en colaboración con la Flexible Packaging Association FPA y The OpX Leadership Network, ha elaborado un conjunto de mejores prácticas que proporcionan un marco flexible para asegurar que este paso sea exitoso. Estas mejores prácticas forman parte del informe “Mejores Prácticas: Transición a Materiales Flexibles”, de la Red de Liderazgo OpX, que ahora también está disponible en español.
Objetivos de la transición a materiales flexibles
Las empresas que deciden adoptar materiales flexibles en sus operaciones de empaque se ven motivadas por los beneficios potenciales relacionados con distintos aspectos, entre los cuales cabe enumerar:
Reducción de costos: Los materiales flexibles, como las películas plásticas, en muchos casos pueden ser más económicos que los materiales rígidos tradicionales, lo que les permite a las empresas reducir sus costos de producción y empaque.
Mejora de la protección del producto: Muchos materiales flexibles ofrecen mejores barreras contra factores como la humedad, el oxígeno, y la luz, lo cual ayuda a mantener la frescura y calidad de los productos.
Aumento de la sostenibilidad: Los materiales flexibles pueden ser más sostenibles si se utilizan opciones reciclables, compostables o biodegradables, lo que les ayuda a las empresas a cumplir con los objetivos medioambientales.
Adaptación a cambios en la cadena de suministro: La flexibilidad de estos materiales puede ayudar a mitigar los problemas derivados de la escasez de suministros o la variabilidad en los costos de los materiales tradicionales.
Satisfacción de las preferencias de los consumidores: Los consumidores actuales demandan empaques más innovadores, que sean fáciles de abrir, resellables, y que proporcionen un control más preciso de las porciones.
Cumplimiento normativo: Las nuevas regulaciones medioambientales y de seguridad pueden impulsar la necesidad de cambiar a materiales flexibles que cumplan con los estándares más recientes.
Un proceso cuidadoso de transición a materiales flexibles en empaques
La transición a materiales flexibles no es una tarea sencilla, y requiere de un enfoque sistemático que involucre todas las partes interesadas. Para llevar a cabo este proceso, se deben seguir una serie de pasos, desde la planificación inicial hasta la implementación final, teniendo en cuenta las especificaciones técnicas, los costos y la compatibilidad con los equipos existentes. Después de decidir y antes de emprender las distintas etapas de la transición a materiales flexibles, las empresas deben emitir una notificación de cambio de materiales.
Primera etapa: Factibilidad
La primera etapa del proyecto consiste en evaluar la factibilidad, enfocándose en las especificaciones de diseño y las opciones de material. El objetivo es asegurar que las selecciones sean viables y prácticas, resultando en un esquema de diseño.
· Crear especificaciones de diseño: Esto incluye definir las propiedades físicas y los requisitos de contención del producto, los cuales guiarán todo el proceso de diseño y fabricación.
Identificar opciones de materiales: Es crucial seleccionar los materiales adecuados en función de sus costos, tiempos de suministro y compatibilidad con los equipos existentes.
Desarrollar el esquema de diseño: Este esquema debe incluir detalles como el propósito del producto, el mercado objetivo, el presupuesto y los requerimientos técnicos específicos.
Segunda etapa: Diseño y desarrollo
Una vez que se han evaluado las opciones y se ha decidido cambiar a materiales flexibles, la siguiente etapa es el diseño y desarrollo del empaque. Durante esta fase, las actividades clave incluyen:
Definición de los parámetros del empaque: Se establecen las especificaciones para el empaque primario, tomando en cuenta las propiedades del material y las necesidades de calidad del producto.
Pruebas en laboratorio: Se realizan pruebas para evaluar la resistencia del material y sus propiedades de barrera frente a la humedad, el oxígeno y otros factores.
Diseño gráfico y prototipos: El diseño visual debe alinearse con la identidad de la marca y asegurar que sea efectivo en la comunicación del producto. Además, se crean prototipos para evaluar la durabilidad y la estética del empaque.
Evaluación de la vida útil: Se realizan pruebas para asegurar que el empaque mantenga la calidad del producto durante su almacenamiento y distribución.
Cumplimiento normativo: Se verifica que el nuevo material cumpla con todas las regulaciones pertinentes, incluidas las normativas de seguridad y medioambientales.
Confirmación con el equipo de mercadeo: El diseño final se valida con el equipo de mercadeo para asegurarse de que cumple con los objetivos de la marca.
Tercera etapa: Pruebas piloto
En esta etapa, el nuevo material se prueba en condiciones reales de producción para evaluar su desempeño y asegurar que sea compatible con los equipos existentes. Las actividades clave incluyen:
Evaluación de la maquinaria existente: Se verifica si la maquinaria actual pueda procesar el nuevo material sin necesidad de ajustes costosos.
Pruebas de rendimiento: Se realizan pruebas de rendimiento en la línea de producción para asegurarse de que el nuevo material funcione sin problemas.
Pruebas de manipulación del empaque: Se monitorea el movimiento del empaque dentro y fuera del equipo para asegurar que no haya obstrucciones o problemas de flujo.
Pruebas de gráficas: Se comprueba la calidad de las impresiones o etiquetas en el nuevo material, asegurando que cumplan con los requisitos regulatorios y de calidad.
Cuarta etapa: Ruta de los equipos existentes y nuevos
Si las pruebas piloto son satisfactorias, es el momento de decidir si es necesario actualizar la maquinaria existente o si se debe adquirir nuevo equipo. Durante esta etapa, se deben realizar las siguientes actividades:
Evaluación de las implicaciones económicas (TCO): Se analizan los costos asociados con la actualización de los equipos existentes, como el impacto en el retorno de la inversión (ROI) y el mantenimiento.
Adquisición de piezas: Si es necesario actualizar los equipos, se deben adquirir las piezas necesarias para modificar la maquinaria.
Pruebas de la línea de empaque: Una vez que los equipos se actualizan, se realizan pruebas de la línea de empaque a velocidad completa para asegurar que el nuevo material funcione correctamente.
Capacitación del equipo de operaciones: Los operadores deben ser capacitados en el uso de los nuevos equipos y materiales.
Si durante la etapa piloto se decide adquirir equipos nuevos, se deben realizar varias tareas, que incluyen: evaluar las implicaciones económicas, adquirir los equipos y componentes necesarios, llevar a cabo las pruebas previas de aceptación de fábrica, establecer los parámetros para el mantenimiento predictivo, realizar las pruebas finales de aceptación de fábrica, capacitar al equipo de operaciones y proceder con la instalación del equipo, seguido de ensayos en la línea de producción.
Quinta etapa: Puesta en marcha, calificación y verificación
En esta fase, se pone en marcha el sistema con los nuevos materiales y equipos, y se verifica que todo funcione según lo esperado. Las actividades incluyen:
Pruebas de aceptación en sitio (SAT): Se verifican las condiciones operativas del equipo y se realizan corridas de prueba para asegurarse de que se cumplan los estándares de seguridad y calidad.
Ajustes de rendimiento: Durante las corridas de prueba, se realizan ajustes para alcanzar los indicadores de rendimiento deseados.
Sexta etapa: Expansión de la cadena de suministro y la comercialización
Una vez que el sistema está en marcha, es el momento de expandir la implementación del nuevo material y evaluar los resultados obtenidos. La expansión de la cadena de suministro y la comercialización implica aumentar la capacidad de producción y optimizar los procesos para satisfacer la demanda del producto, desde la mejora de la maquinaria de empaque hasta la producción a gran escala y distribución. En esta etapa, la colaboración entre equipos multifuncionales es clave para asegurar un lanzamiento exitoso. Se realizan monitoreos y ajustes continuos para optimizar los procesos, resolver desafíos y mejorar la cadena de suministro.
Séptima etapa:Evaluación
Finalmente, se realiza un informe de evaluación, que tiene como objetivo determinar el cumplimiento de los objetivos y, en caso contrario, proponer acciones para alcanzarlos en proyectos futuros y actuales. Incluye la evaluación de materiales, retorno de la inversión y otros aspectos clave para medir el progreso general del proyecto.
Colaboración y capacitación: elementos clave para el éxito
Una transición hacia el uso de nuevos materiales no puede ser exitosa sin la colaboración activa entre todos los actores involucrados en el proceso. Esto incluye a los diseñadores de empaques, ingenieros, equipos de marketing, proveedores de materiales y fabricantes de equipos originales (OEM). El estudio de Mejores Prácticas: Transición a Materiales Flexibles, preparado por la Red de Liderazgo OpX, ahora disponible en Español, proporciona herramientas de colaboración para delinear las responsabilidades de cada grupo.
Además, la capacitación continua es esencial. Este proceso debe ser una herramienta de capacitación para el personal operativo en todos los niveles, asegurando que los nuevos procedimientos y tecnologías sean comprendidos y aplicados correctamente.
La transición a materiales flexibles es una oportunidad estratégica para las empresas de bienes de consumo empacados que buscan mejorar la eficiencia, reducir costos y cumplir con los objetivos de sostenibilidad. Este proceso debe ser manejado con cuidado y planificación. Al seguir las mejores prácticas delineadas en el documento de OpX, Mejores Prácticas:Transición a materiales flexibles, las empresas pueden garantizar que este decisivo proceso sea fluido y exitoso, minimizando los riesgos y maximizando los beneficios a largo plazo.
Para información completa sobre el proceso de transición a materiales flexibles y otros documentos clave de la Red de Liderazgo OpX de PMMI, en español, visite el sitio https://www.opxleadershipnetwork.org/work-products