La sostenibilidad es una tendencia destacada en la industria del empaque debido a las demandas de los consumidores combinadas con los objetivos de los fabricantes de reducir el uso de materiales y energía. Tres tendencias en particular están impulsando las innovaciones en maquinaria de fin de línea:
Aligeramiento
El aligeramiento es la reducción del uso de material mediante el diseño (o rediseño) del empaque para que requiera menos material para producir. En las operaciones de fin de línea, el aligeramiento se puede implementar mediante el uso de películas más delgadas para envolver, etiquetas más delgadas o más pequeñas, o mediante el diseño de empaques secundarios con menos espacio vacío para maximizar el apilamiento de tarimas. "Tendencias de compra de equipos de fin de línea y perspectivas de diseño", un informe de inteligencia de mercados de PMMI, afirma que eliminar el espacio vacío y el desperdicio con material de relleno puede reducir los costos hasta en 20 %.
Los envases, películas y etiquetas más delgados son, en última instancia, menos duraderos, lo que significa que la maquinaria para fin de línea, como las máquinas de envolver/empacar o el equipo de manejo automatizado, debe ser lo suficientemente flexibles como para manejar diferentes resistencias de materiales.
Aumento del contenido reciclado posconsumo (PCR)
Dado que entre 60 % y 70 % de los consumidores de todas las industrias afirman que pagarían más por envases sostenibles, el impacto medioambiental está impulsando la tendencia de material reciclado postconsumo, al igual que el aumento de la legislación mundial destinada a reducir la cantidad de plástico de un solo uso y ampliar el uso de materiales reciclados.
A la vanguardia de este movimiento está la Unión Europea, que aprobó una ley en 2019 que exige que las botellas se fabriquen con un 25 % de plástico reciclado para 2025 (aumentando al 30 % para 2030).
Algunas de las marcas más grandes de Estados Unidos aumentaron su uso de material de PCR en un 22 % combinado en 2019, y uno de los minoristas más grandes de Estados Unidos aumentó el uso de material PCR en sus líneas de empaque de 0,5 % en 2018 a 9 % a principios de 2020.
Los materiales de PCR a veces pueden generar variaciones en opacidad, grosor y resistencia, y pueden impactar las líneas de empaque, por lo que las configuraciones de la maquinaria de empaque deben ajustarse a estas variaciones para maximizar la eficiencia.
Reducción de energía
Reducir la cantidad de energía utilizada en las operaciones es otra estrategia de sostenibilidad para el 38% de los fabricantes entrevistados. Y aunque algunas de estas estrategias de reducción de energía, como utilizar más energía solar, recuperar agua y actualizar los sistemas HVAC, solo afectan indirectamente al empacado de fin de línea, muchos otros enfoques están directamente relacionados con las modificaciones de la máquina y el sistema en las propias líneas de empaque.
La búsqueda de máquinas que sean más eficientes energéticamente, la integración de la robótica, la reducción del movimiento alternativo o la integración de controles de frecuencia para el movimiento motorizado son estrategias de reducción de energía que los fabricantes de maquinaria pueden explorar.
Incluso las modificaciones simples en el diseño de la máquina pueden afectar el uso general de energía, como los sistemas de envoltura retráctil que usan hasta un 90 % menos de energía en comparación con la maquinaria más antigua, o la mejora de la eficiencia de las máquinas existentes mediante paradas programadas y mantenimiento regular.
Los programas de producción ahora tienen en cuenta el tiempo de inactividad en las estrategias de reducción de energía y apagar las máquinas entre ejecuciones puede reducir el uso de electricidad. Las máquinas de fin de línea que pueden entrar en un modo inactivo pero se reactivan fácilmente para reanudar la producción, y son cada vez más populares entre los usuarios finales.
Los fabricantes también buscan mejorar la eficiencia de la electricidad manteniendo y monitoreando regularmente la infraestructura existente. Los compresores de aire, por ejemplo, generan un despilfarro de energía por valor de 3.200 millones de dólares al año. Las instalaciones de empaque pueden reducir los costos de energía del aire comprimido hasta en 40 % a través de actualizaciones, mantenimiento y monitoreo.
Fuente: Informe de inteligencia de PMMI 2021 End-of-Line Equipment: Purchasing Trends and Design Insight.
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