Milkadamia eligió una caja de 16 onzas, que tiene forma de botella y proporciona todas las ventajas ambientales de un envase aséptico.
"El empaque es el lugar donde primero nos encuentran las personas", dice Christina Downey, directora de marketing de Milkadamia, fabricante de productos lácteos vegetales, como la renombrada leche de nuez de macadamia, que se venden en más de 5000 tiendas minoristas de Estados Unidos. Y es este enfoque lo que llevó a la empresa a ser la primera en lanzar sus cremas en el formato de envase combidome, del proveedor suizo de empaques asépticos, SIG.
Disponibles en sabores de vainilla, vainilla sin azúcar y caramelo de macadamia, las cremas de Milkadamia responden a la creciente popularidad de alternativas a los lácteos, basadas en plantas, y la búsqueda de opciones saludables para los consumidores y para el medio ambiente. En su fabricación se utilizan nueces de macadamia y el producto final son cremas deslactosadas, libres de soya y de gluten, sin colesterol y sin organismos modificados genéticamente que proporcionan un alimento kosher, con propiedades anti-inflamatorias derivadas de su alto contenido de aceite vegetal.
Para un producto con tantas propiedades y atributos, Milkadamia eligió una caja de 16 onzas, que tiene forma de botella y proporciona todas las ventajas ambientales de un envase aséptico. El material compuesto, a partir del cual se fabrica todo el envase, contiene cerca de 75 por ciento de cartulina, fabricada con madera renovable. Sus propiedades de barrera con multicapas protegen el producto de la humedad, la luz, el oxígeno y de la penetración de olores externos.
En el estante, el envase de las cremas de Milkadamia se destaca por su apariencia y resaltan la esencia natural de la marca, con gráficas monocromáticas salpicadas de colores brillantes que diferencian la variedad de sabores disponibles. “Aseguramos que la presentación amerite el mismo nivel de atención y tenga tanto estilo como el producto mismo. Queremos destacar el compromiso de Milkadamia con el ingenio, el sentido de la diversión y lo animados que nos sentimos por las posibilidades de la agricultura regenerativa”, señaló Downey.
