Por segundo año consecutivo, Packaging World reunió a todas las partes interesadas en la cadena de suministro de reciclaje de envases en su cumbre de reciclaje de envases, que este año se celebró en septiembre en Anaheim, California.
En su presentación en la conferencia, "Perspectivas del portafolio de envases de Danone para 2030", el vicepresidente de investigación e innovación en envases de la empresa, Kory Nook, transmitió un mensaje claro: el futuro de los envases está en la sostenibilidad y hay mucho en juego. “Nuestro planeta se está quemando y, si continuamos haciendo negocios de la misma manera que en años anteriores, nuestro planeta seguirá ardiendo, nuestro negocio seguirá erosionándose y, en última instancia, mucho de lo que hacemos ya no será suficiente”, afirmó.
En representación de una empresa que se encuentra entre los principales productores mundiales de plástico, Nook enfatizó que el compromiso de Danone de volverse más reciclable y sustentable para 2030 no es solo un objetivo corporativo, sino una necesidad para la supervivencia.
La presentación de Nook fue una mezcla de urgencia y optimismo, subrayada por una referencia al “Estudio de las monjas” sobre la cognición. Este estudio, realizado en Notre Dame, reveló que, a pesar de tener placas y ovillos cerebrales típicamente asociados con el Alzheimer, las monjas se mantuvieron mentalmente lúcidas debido a su estilo de vida disciplinado y centrado en la comunidad. Nook trazó un paralelo con la industria del empaque, sugiriendo que un enfoque similar de disciplina y comunidad podría ayudar a alcanzar los objetivos de sostenibilidad. “Mi mensaje de hoy para todos es, esencialmente, que debemos comenzar a trabajar de esa manera”, enfatizó.
La estrategia de Danone para 2030 gira en torno a tres pilares principales: reducción de CO2, reducción a la mitad de los envases vírgenes basados en combustibles fósiles y garantizar que todos los envases sean reutilizables, reciclables o compostables. Uno de los desafíos importantes que enfrenta Danone es reducir las emisiones de Alcance 3 de los envases, que según Nook son las más difíciles de descarbonizar. Las emisiones de Alcance 3 son emisiones indirectas de gases de efecto invernadero (GEI) que ocurren fuera del control directo de una empresa, pero que siguen siendo resultado de sus actividades. Para los bienes de consumo envasados, las emisiones de Alcance 3 pueden incluir GEI (en sentido ascendente) provenientes del abastecimiento, la producción y el transporte de ingredientes y envases, así como emisiones (en sentido descendente) provenientes de la logística, el uso y la eliminación de sus productos, incluido el tratamiento al final de su vida útil.
Nook explicó que el coste de reducir el carbono en los envases es significativamente más alto que en otras áreas de la cadena de suministro, lo que hace que sea un tema complejo de abordar. Sin embargo, enfatizó que poner al consumidor en el centro de estos esfuerzos es crucial.
“Si estamos cambiando un envase para que sea más reciclable, más ligero, lo que sea, tenemos que hacerlo mejor para el consumidor”, dijo. “Tiene que estar orientado a los beneficios, de lo contrario, al consumidor le resultará más difícil pagar por él, o no lo entenderá y no tendrá sentido”.
Nook luego dio a conocer algunas innovaciones de envasado recientes y próximas a lanzarse. Después de tres años de I+D, Danone pronto dejará de abastecerse de botellas de polietileno de alta densidad para su crema International Delight y pasará a utilizar botellas de PET de soplado y llenado interno, lo que resultará en una reducción del 31% en GEI y un envase fácilmente reciclable.
Otra iniciativa notable fue su reciente cambio de un envase de yogur de polipropileno no reciclable con una funda de PETG a envases de PP reciclables con etiquetas de PP. Este cambio permite a los consumidores reciclar todo el envase fácilmente, en consonancia con el objetivo de Danone de hacer que los envases sean más amigables para el consumidor y sostenibles.