Hay algo distinto al uso de tecnología de empaques que tienen en común compañías y marcas como SC Johnson, Avery Denison, Unilever, Nestlé, Walmart, Clorox, Target y Purina: todas han colaborado con Algramo para encontrar soluciones puntuales que empoderen a sus consumidores y los lleven a modificar sus hábitos de consumo.
En un momento crucial en el que urgen modelos de reutilización de empaques plásticos, Algramo, una compañía de origen chileno es pionera en la búsqueda de soluciones sostenibles y eficientes. Fundada hace una década, la empresa –cuyo nombre refleja su objetivo original de vender a granel– ha evolucionado hacia una plataforma circular que, a través de la innovación, acerca los mejores productos a las personas, en formatos inteligentes y sustentables sin pagar de más.
Amín Guenim, jefe de Desarrollo de negocios de la compañía, participó en PACKEvolution Latinoamérica 2023 con la conferencia titulada Oportunidades tecnológicas y de negocio en reutilización/refill a partir de modelos ganadores en América Latina. Mundo EXPO PACK consolida para sus lectores las principales conclusiones de esta fascinante intervención.
Algramo comenzó su historia en una pequeña tienda de un barrio marginal de Santiago con la premisa de ofrecer productos alimenticios a granel y el objetivo de eliminar el sobreprecio –también denominado ‘impuesto a la pobreza’– asociado a las compras en pequeñas cantidades. Al encontrarse rápidamente con desafíos logísticos, regulatorios y de seguridad alimentaria, la empresa amplió su enfoque inicial a dos premisas adicionales: enfrentar la contaminación plástica e implementar una economía circular, y pensar en el consumo futuro eliminando la brecha entre la intención y la acción.
“Nuestro enfoque es educativo. Apostamos por cambiar el mindset del comsumidor. Para esto, por ejemplo, patentamos el sistema Packaging as a wallet en el que un empaque tradicional incluye un chip RFID y conforme las personas lo reutilizan obtienen créditos para compras futuras, pero también les brindamos información de trazabilidad del producto y la compañía a la que los usuarios pueden acceder por correo, sms o una app en la que administra sus productos”, explica Amín Guenim.
Convencidos de que, a pesar de décadas invertidas en técnicas y desarrollo tecnológico, el problema de reciclaje de plásticos persiste, Algramo reconoce que la clave no está en reciclar, sino en diseñar productos que minimicen la generación de desechos desde el principio. Por eso, su enfoque es la economía circular, en la que los empaques se reúsan y rellenan, evitando así la generación de desechos.
Un ecosistema para vivir circular
“Nuestra ambición es convertirnos en la app de circular living por excelencia para poder cambiar hábitos. Es decir, convertirnos en un ecosistema para vivir circular entre usuarios, comunidades, marcas y retail y partners”
Más allá del refilly la oferta de productos sostenibles, el propósito de Algramo es cambiar los hábitos de consumo mediante el diseño de soluciones disruptivas. La plataforma de la empresa no solo promueve la reutilización, sino que también busca hacer que lo sostenible sea conveniente y superior en la mente del consumidor. “Nuestra ambición es convertirnos en la aplicación de circular living por excelencia para poder cambiar hábitos. Es decir, convertirnos en un ecosistema para vivir circular entre usuarios, comunidades, marcas y retail y partners” asegura el jefe de Desarrollo de negocios de la compañía.
La plataforma circular que ofrece la empresa se sustenta en tres pilares: la aplicación Algramo, en la que los usuarios pueden recargar y medir el impacto de sus acciones sustentables; el sistema "Packaging as a Wallet" que utiliza un chip RFID para rastrear las recargas y fomentar la reutilización; y las estaciones de recarga, que ofrecen una forma conveniente de abastecerse de productos sin generar desechos.
La historia de Algramo es un ejemplo claro de convergencia entre innovación y sustentabilidad para impulsar cambios tangibles en la industria de empaques y en los hábitos de consumo. Su enfoque demuestra que es posible impulsar la circularidad y reducir la huella ambiental sin comprometer los recursos de las compañías ni la comodidad del consumidor. “Los invito a cuestionarnos y a buscar la forma de rediseñar el packaging para que sea un habilitador de economía circular y así podamos alcanzar la sustentabilidad como un resultado” concluye Guenim.